La endometriosis es una enfermedad inflamatorio crónica que se define como la presencia de endometrio fuera de su lugar normal de alojamiento, el útero. A eso se le llama endometrio ectópico. Ectopia es una palabra que describe el desplazamiento o mala localización de un órgano, o en este caso del endometrio, en el cuerpo.

Las estadísticas nos informan de que una de cada 10 mujeres presenta endometriosis, pero en la mayoría de los casos esta enfermedad pasa totalmente desapercibida.

¿Qué es el endometrio?

Constituye una de las capas que forman la pared del útero, la más interna, la cual se engrosa durante nuestra menstruación.

Los ovarios son los encargados cada mes de mandar la orden de engrosamiento a nuestro útero, y si no se produce embarazo, este endometrio engrosado comienza a desprenderse generando nuestra regla.

Una vez finalizado nuestro ciclo menstrual el endometrio vuelve a su estado regular siendo este mucho más fino. Y así cada mes este proceso de engrosamiento y desprendimiento se producirá durante nuestros ciclos.

¿Cómo se produce la endometriosis?

Esta no es una patología exclusivamente ginecológica, ya que sus causas y por tanto sus consecuencias, también se derivan de alteraciones en el sistema inmunológico y en el sistema endocrino (hormonas).

qué es la endometriosis

La ubicación de endometrio fuera de su entorno normal es más habitual en las mujeres de lo que podríamos pensar. La menstruación retrógrada, cuando parte de nuestro período pasa a través de la trompas de Falopio a la cavidad abdominal en lugar de caer hacia la vagina, afecta a un 90% de las mujeres en edad fértil. En la mayoría de los casos este endometrio ectópico es reabsorbido de forma natural por el propio organismo.

Cuando el sistema inmune de la mujer presenta algún tipo de desequilibrio ese endometrio fuera de lugar no es reabsorbido adecuadamente y genera una inflamación.

Si a estas dos causas le añadimos además alteraciones en el sistema endocrino, esto genera un desequilibrio hormonal en los estrógenos, un exceso de ellos, que a su vez produce un proceso inflamatorio crónico en dicho tejido no reabsorbido.

Síntomas y señales

Lo primero que una mujer con endometriosis, o con sospechas de tenerla, debe saber, es que no es fácil diagnosticarla y en muchos casos es identificada y por tanto diagnosticada como una dismenorrea, dolores de regla, normal.

Si dudas sobre si tus dolores u otras molestias son debidas a una posible endometriosis, busca siempre expert@s en ginecología que estén específicamente especializad@s en identificar y trabajar con esta enfermedad.

Los dolores o malestares que esta patología pueden ocasionar variarán en función del lugar de localización de estos restos de endometrio.

Este tejido puede ubicarse más frecuentemente en la zona de la pelvis: ovarios, trompas de Falopio, vejiga, cérvix y vagina, pero también podemos encontrarlo en la zona de los intestinos y el recto; e incluso puede llegar a afectar a la pleura.

Los dolores menstruales y la infertilidad pueden ser síntomas de endometriosis.

Cuando los focos están ubicados en la zona recto-vagina puede generar estreñimiento, dolor al defecar y molestias o incluso dolor durante las relaciones sexuales.

Si están localizados en las vías urinarias puede producir orina con sangre y cólico renal o nefrítico.

Tratamientos más comunes

Tal y como hemos visto en los apartados anteriores, la endometriosis no es una alteración del organismo que afecta sólo a la parte ginecológica, si no que según su localización afectará a un sistema del cuerpo u otro.

Por eso es importante que en función del diagnóstico y de la afectación de estas masas a diversos órganos y secciones del cuerpo, esta patología sea atendida por ginecología, endocrinología, digestivo, urología e incluso por unidades del dolor en función de los niveles de este.

Evidentemente los posibles tratamientos a utilizar dependerán de los síntomas de cada paciente, pudiendo variar desde la decisión de no intervenir y observar y vigilar cómo evolucionan los focos, hasta la intervención quirúrgica.

En general se contemplan 3 formas de tratarla: tratamientos analgésicos y antiinflamatorios, tratamientos hormonales y cirugía.

Si no te funcionan estos tratamientos o quieres tener en cuenta otras opciones insístele a tu especialista en que te informe sobre otros tratamientos, principalmente centrados en el trato del desequilibrio hormonal y del dolor, que ya se están usando con buenos resultados y tratamientos en fase de experimentación.

Y si aún así no te es suficiente, busca información y consejo en las asociaciones de endometriosis de tu ciudad o a nivel nacional.

Cómo cuidarte para manejar la endometriosis

Podríamos resumir este apartado en 3 grandes bloques: autocuidado de tu cuerpo, cuidado de tu alimentación y cuidados de tu mente.

Autocuidados de tu cuerpo

Aunque necesitarías conocimientos para utilizar este tratamiento contigo misma, lo mencionamos en este apartado porque creemos que es una buena decisión personal para complementar los tratamientos médicos estándares y aliviar muchos de los síntomas de la endometriosis, y este tratamiento es la acupuntura.

La acupuntura, que lleva demostrando sus maravillosos resultados desde hace siglos, puede ayudarte y mucho en los 3 aspectos principales de esta enfermedad: regulación hormonal, equilibrio del sistema inmune y tratamiento de las molestias o el dolor crónico.

Sin embargo sí hay otros sistemas que tú misma puedes utilizar tranquilamente en casa centrados específicamente en la eliminación o alivio de dolores. Es la Estimulación Transcutánea o TENS, aparatos eléctricos que actúan a nivel de la piel estimulando el sistema nervioso.

Puedes consultar nuestro artículo “Remedios naturales para aliviar dolores menstruales” donde encontrarás diferentes modelos.

Cuida lo que comes

Una óptima salud se basa en una óptima alimentación y que nuestro estómago, es nuestro segundo cerebro. Podemos controlar qué comemos, pero no podemos controlar qué le echan a nuestros alimentos.

Desde luego los productos ecológicos, ya sean alimenticios, cosméticos o de limpieza de la casa, son los 100% seguros. Pero como no todas nos podemos permitir ese gasto, lo que sí podemos hacer es evitar comprar determinados productos que contienen productos tóxicos o nocivos para nuestra salud y que pueden alterar el correcto funcionamiento de nuestro organismo haciendo que se produzcan alteraciones y enfermedades.

Podemos evitar algunos tóxicos ambientales que alteran la producción de nuestros estrógenos, disruptores endocrinos, y que nos producen disfunciones hormonales.

Son los Fenoles (como los parabenos) presentes en tickets de tiendas y supermercados, botellas de agua, juguetes, conservas, cosméticos, detergentes y productos de limpieza; los Ftalato (aumenta la flexibilidad de los plásticos) y se encuentra además de en embases de plástico y productos tan sorprendentes como la aspirina; y los Perfluorados que también podemos encontrarlos en cosméticos y productos de limpieza, además de en bolsas de palomitas para microondas, pescados y mariscos.

El Hiperestrogenismo y la alimentación

Esta enfermedad explicábamos al principio presenta un número elevado y anormal de estrógenos, lo que se conoce como Hiperestrogenismo, la cual además de con medicación puede evitarse también con la alimentación adecuada.

Una buena dieta para ayudar en este punto debería incluir alimentos como brócoli, coles de bruselas, coliflor, cebolla, ajo y otros de la misma familia como puerros o cebolletas, semillas de lino, té verde y negro, frutas como las uvas y los cítricos, la miel y hierbas como la Pasiflora que se puede tomar fácilmente en infusión y además es una gran aliada para conciliar el sueño. Y evitar otros como las bebidas alcohólicas que aumentan el nivel de estrógenos.

Como ahora ya sabemos, otros factores a contraatacar en la endometriosis son los procesos inflamatorios de esta. Para ello es recomendable el consumo de alimentos ricos en Omega-3, especialmente antiinflamatorio, y reducir la ingesta de los que contienen Omega-6, el cual es pro-inflamatorio.

Y como siempre, también en la herbología podemos encontrar una gran aliada para consumir hierbas y semillas que producen efecto antiinflamatorio como la manzanilla, las semillas de chía, la pimienta negra, la cúrcuma, el jengibre o el comino negro.

Cuida tu mente

Ya existen estudios con resultados positivos sobre el uso de técnicas como la meditación o el yoga para aliviar dolores crónicos y reducir o eliminar síntomas como la ansiedad.

Al fin y al cabo, y sin entrar en si creemos o no en terapias alternativas que se centran en la salud de nuestra mente, nuestro cerebro es el centro de control de nuestro cuerpo. Es él el que indica mediante órdenes qué deben hacer el resto de órganos, tejidos, músculos y huesos.

¿Y entonces? ¿Qué crees que ocurre cuando estresas a tu cerebro llevándolo al límite? Pues la respuesta es sencilla, hace caso a tu estrés externo y a tu estrés mental y en consecuencia genera un desequilibrio en tu organismo a todos los niveles porque él también está descontrolado.

Cuida de tu mente, cuida lo que piensas y ocúpate sólo y exclusivamente de lo que pasa Hoy

Ayer ya pasó y ya no puedes hacer nada para cambiarlo, sólo aprender de las experiencias pasadas y convertirte en una mujer más sabia. Y mañana, ay…¿qué pasará mañana? Pues eso, que mientras las bolas de cristal no se inventen y se vendan en grandes supermercados, me temo, que no podrás averiguar qué pasará, así que, no malgastes más tu energía y tu tiempo en intentar adquirir cualidades adivinatorias porque en realidad, lo único que tienes, es Hoy.

Por experiencia propia, cuando vives en una ciudad que entre su ruido, su tráfico y su velocidad estresante te impide aquietar tu mente, respirar tranquilamente y pararte aunque sea sólo un minuto a disfrutar; lo que mejor funciona es aprender a hacer ejercicios sencillos de Aquí y Ahora, de relajar tu mente meditando o de buscar un tiempo y un espacio donde poder “parar” cada día unos minutos.

Sería ideal poder conseguir al menos una hora al día para hacer Yoga, Chikung, Meditación, Mindfulness o darte un simple paseo con tu música preferida aquietando tu mente. Pero a veces, hasta esto nos resulta imposible.

¡Busca el momento y déjate de excusas que estamos hablando de la salud de tu mente!

También por propia experiencia sabemos lo que es decir “imposible, no tengo tiempo para esto”, pero el día que el vaso se te desborda te aseguro que encuentras esos 5 minutos para tu mente.

Aprovecha tus viajes en metro o bus para ponerte los cascos y simplemente centrarte en tu respiración, o busca una buena meditación guiada de visualización en Youtube y ve escuchándola. Cuando hagas alguna tarea en casa como fregar, tender, doblar y guardar la ropa, aprovecha esos minutos para centrarte en tu respiración y que al menos 3 de esas respiraciones las hagas conscientemente y profundamente.

Y por último, a no ser que seas un zombie, todas en algún momento del día nos vamos a la cama, y ahí, sí tienes tiempo para usar 5 minutos para respirar y visualizar como tu aire entra en tu cuerpo y lo recorre para posteriormente ver cómo vuelve a salir, o una vez más, usa tu móvil y tus cascos para escuchar una meditación guiada cortita para dormir.

Última actualización el 2021-01-20 / Enlaces de afiliados / Imágenes de la API para Afiliados

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